miércoles, 20 de julio de 2011

texto viejo

Hay algo que tengo que decirte, extraño escribir esas cosas absurdas que  se mezclaban con mi sinfonía de vida, esas cosas que se rompían en el viento porque tenían la trascripción de un mundo que tatué en  mi cerebro, construcciones atípicas de pensamientos fugaces, pero ahora el frío viento ha partido mi realidad en cubos de hielo y  el calor de desierto en primavera inexistente, ha cubierto mis anuarios y mis recuerdos, ahora soy más pacifica, pero con menos amor propio, detesto los días soleados aunque antes los amaba  y el olor a ocre, presiento que andar en bici ya no es tan placentero como el recuerdo del aire en mis dedos, me rompí mi pierna en un accidente,  no he podido sonreír de pie de nuevo
Ha sido como un universo pequeño, necesito gritar de nuevo, necesito que me grites y me hagas llorar con esa ilusión de no haber perdido mi peso corporal por falta de alimento, ya no siento ni el más pequeños de mis dedos. Soy  una esperma nueva, soy un pedazo de carne. Estoy tan contamina que la ruptura entre articulaciones y  sustancias se ha vueltos de estambre, es como si mi cuerpo se hiciera de cartón y su fruto dejara de procrear, como tener una matriz,  infinidad de óvulos y no tener el deseo de corromper en hijos, no deseo nada mas gritar, deseo matar a la locura que tengo contenida en las líneas de mi mano,  he contado hormigas  sueños viejos, infierno pasado, ahora soy solamente una chica que desea poner caminar con el mismo impulso de antes. 


sábado, 5 de febrero de 2011

La niña compró un erizo, batallas perdidas,  rompe con sus puños el viento, cuanto tiempo tendrá que esperar un estanque de flores moradas, tiempo muerto, no entiendo el significado de sentir, ni siquiera quiso sentir,  sabia que había rituales que no eran reales, componente de una vida que es la suya. Ella vistió su cuerpo con desnudes, su piel se transparento ante la violencia del ruido,  visiones de un mundo de girasoles, veredas que partieron el cáncer que llevaba dentro,   la niña vendió sus sueños con cuentas gotas que narraron su silencio, por cuanto segundos podría aguantar sin respirar,  cuanto tiempo tendría que esperar y mantener los ojos cerrados, sé miro a si misma cuando se arrojo al estanque de viento, colores marrones cubrieron su cuerpo, se olvido donde dejo sus girasoles y donde enterró sus semillas, pero estaba segura que millones de baterías cuidarían de su jardín, del árbol morado que viva en medio de su camino,   detener los pensamiento era lo que buscaba hacer y se armo violentamente de palabras, nadie supo porque quería esconder sus sueños en hojitas verdes de su piel, revoluciones  de si misma,  mundos que la abrazaron en ritmos violentos, deseo, ansiedad, silencio.
     Ella era la niña que tenia violencia en el corazón y en la venas, porque así creció, eso fue lo que conoció del mundo que la rodeaba, ella fue violenta con el destino que le componía sinfonías de vida, Ella no quiso escuchar razones,  tenia  muchas ideas, ideas vivas, ideas que le arrancaron el bit de de memoria. Ella no sabia que pasaría con ella.  Así que se olvido de ella misma y .en su conciencia  le gusta guardar  los sonidos metálicos, le dieron dos centavos por sus costumbres rotas, no existen formulas para  pelar entre  soñadores,  ratones confundidos corrieron por su casa,  se le perdieron sus girasoles, no supo donde los dejo, esta vez no había vuelta atrás, esperanza cambio por metáforas, sintió pena por sus intenciones, susurro  le llamaron la cabeza de voces que crearon un camino de insolencia, Ahí se quedo, porque tuvo que irse con ella misma. 

viernes, 4 de febrero de 2011

Siento que la paranoia y la locura no la siento tan de cerca, como esa textura o plasticidad en la piel, como ese fuego, o ansiedad que crece en el estomago porque no estoy en medio o siquiera cerca, se presenta como una realidad virtual, que  no puedo degustar.