Hay algo que tengo que decirte, extraño escribir esas cosas absurdas
que se mezclaban con mi
sinfonía de vida, esas cosas que se rompían en el
viento porque tenían la trascripción de un mundo que tatué
en mi cerebro, construcciones atípicas de
pensamientos fugaces, pero ahora el frío viento ha partido
mi realidad en cubos de hielo y el calor de desierto en primavera
inexistente, ha cubierto mis anuarios y mis recuerdos, ahora soy más pacifica,
pero con menos amor propio, detesto los días soleados aunque antes
los amaba y el olor a ocre, presiento que andar en bici ya no es tan
placentero como el recuerdo del aire en mis dedos, me rompí mi pierna en un
accidente, no he podido
sonreír de pie de nuevo
Ha sido como un universo pequeño, necesito gritar de nuevo, necesito que me
grites y me hagas llorar con esa ilusión de no haber perdido mi peso corporal
por falta de alimento, ya no siento ni el más pequeños de mis dedos. Soy
una esperma nueva, soy un pedazo de carne. Estoy tan contamina que la
ruptura entre articulaciones y sustancias
se ha vueltos de estambre, es como si mi cuerpo se hiciera de cartón y su fruto
dejara de procrear, como tener una matriz, infinidad
de óvulos y no tener el deseo de corromper en hijos, no deseo nada mas gritar,
deseo matar a la locura que tengo contenida en las líneas de mi mano,
he contado hormigas sueños viejos, infierno pasado, ahora
soy solamente una chica que desea poner caminar con el mismo impulso
de antes.