viernes, 20 de marzo de 2009

Esta semana el tema del amor obsesivo fue muy recurrente, el amor que desgarra y se aferra a los labios, el amor que se pega en los ojos y te trasnforma en otra persona, una persona que desconoces, pero no sabes porque te vuelves un vampiro con los demás, que extrangulas y haces sufrí mientras, tenerlos cerca hace que el corazón te lata rápido y una sustancia extraña se libera en tu sistema, no entiendes porque.

El amor obsesivo puede generar acosadores o acosadoras, esos que saben cual es camino que tomas a tu casa, cual es tu color preferido, cual es tu tipo de sangre, que te gusta hacer por las noches, si tienes amigos en el extranjero, cual es tu flor preferida, donde vives, cuantos hermanos tienes, cuales son tus recuerdo de infancia, si tienes elegías y visita los mismos lugares que tú, la única diferencia es que tú nunca le dijiste nada.
Me dio risa darme cuenta que de acosadora no tengo nada, proque yo pensaba que podía serlo, más bien que tengo muchos amigos acosadores, es raro oír platicas de que le llame por teléfono, escuche su voz y colgué, seguí sus pasos, revise su historial, investigue su credencial de elector, busque su mirada entre la gente, mientras escuchaba relatos que iban de lo anormal a lo descabellado
todo eso me hizo pensar en que punto de nuestras vida nos volveríamos acosadores o es un gen que sólo unas personas tiene, es la personalidad, las creencias a que se debe que no se puede aceptar el rechazo de alguien con silencios, acciones o palabras, porque la obsesión de se vuelve tan grande que te pierdes en ella,

Me alegra nunca haber tenido una obsesión con una persona, yo sé que las tengo con las mariposas, los cuervos y los vagabundos, me gusta sentarme junto a Juan del jarro y llevarle cosas, no esta tanto una obsesión es mas bien hobby, la obsesión con las cosas podría ser un hobby

martes, 10 de marzo de 2009

Esta vez si fue para siempre, es raro o curioso, pero es para siempre