domingo, 17 de octubre de 2010


Cuando camino el ruido de mis pies se confunde con el ruido de mi mente, ese arrastrar de pensamientos que se van mezclando con los sonidos de la cuidad, deseo gritar mientras se me va acabando el aire que contengo en la respiración, nunca fui lo bastante audaz para acabar con mi vida, el auto-sabotaje viene con todo, con fragilidad y esperanza, pero de algún modo pienso que todo saldrá bien; así lo dijo la vida y el billete de 20, la mirada del extraño, las caminatas y la bicicleta, el mundo que me hace sentir que nunca me perteneció su atmósfera, estas vez con la fuerza que se me perdió en el mundo, porque el cambiar es difícil, no puedo quedarme en este mundo seguro que es mi interior, debo salir a confrontar ese miedo que me da confrontar mis pensamientos con la demás realidad. El miedo de saber que se siente, sé a que me refiero, el nunca lo supere, pero nunca lo haré, así como me esforcé por tomar camiones sola, por caminar de noche, también vuelo de mi interior a mi exterior. Porque en realidad me quede en medio.

 El viernes fue un día duro perdí parte de mis ideas en abismo de la nada, me encontré que el mundo que me atrae y me reclama mi falta de productividad, las palabras usted no se preocupe por la tesis, déjela de lado, con ese mundo de fragancias que me chocan, el mundo que aunque me esfuerce no pertenezco, y como dice no quiero cambiar por el odio que tengo, ya no puedo dejar que las cosas no sucedan porque sino me voy a romper, no me quiero romper,
Pero fue bueno los 20 pesos. la combi de david, ver el carro y decirle adiós con la sonrisa que no se pierde sino que esconde  entre mi desesperación, mi meta es si acabo podre salir de estas cuatro paredes que se han vuelto mi vida, no puedo ser investigadora, no tengo el rigor y la disciplina, lo que puedo ser es seguir adelante porque se algún modo sé que todo saldrá bien y que me esperan cosas padres.
Este es momento de cerrar ciclos.



Últimamente he estado muy confundida la confusión nación después de los últimos días, me siento como el astronauta que camina despacio en una atmósfera que no les la suya, pero que le gusta que exista, mueve y motiva para constuir un mundo nuevo en la luna.

Lo único que quería sacar eso que me molestaba.
Así que pase lo que pase me voy.

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